Emprendedora de Viajes Jenny Checo

Como alguien que ha viajado extensamente por toda la isla, he observado similitudes sorprendentes entre nuestros países vecinos. Un amor compartido por la deliciosa comida y las festividades es evidente en ambas culturas.

Las personas en ambas naciones son increíblemente acogedoras y valoran mucho la familia y las tradiciones. Y aquí hay algo gracioso – aunque siempre he sido fanático de los plátanos dominicanos, ¡me di cuenta de que el bannann peze de Haití en realidad sabe mucho mejor!

Visitar Haití es único; se trata de comprender el país y sus capas. ¿Mi consejo? Ven con un corazón abierto y una mente abierta. Y realmente sugiero contratar una compañía de viajes local que personalice tu experiencia, asegurando que tengas un viaje que no solo sea memorable, sino que enriquezca verdaderamente tu comprensión de Haití.

En República Dominicana, me siento particularmente atraído por la provincia de Samaná por su diversidad, playas escondidas, cascadas y proyectos ecológicos. Río Grande en Altamira es otra joya, ofreciendo paisajes montañosos y una comunidad culturalmente rica.

En Haití, la costa norte, incluyendo Cabo Haitiano, Milot y Labadee, ocupa un lugar especial en mi corazón. La Ciudadela en Milot es particularmente impresionante, siendo la fortaleza más grande de las Américas, construida por la primera nación negra libre – un hecho histórico que todos deberían conocer. El colorido paisaje urbano de Cabo Haitiano y las exóticas playas de Labadee son verdaderamente cautivadores. Entre estas, la playa Cadras es mi favorita personal.

En Haití, me encantan absolutamente los sabores locales de la cocina del norte haitiano. Platos como akra, diri ak djondjon y poul ak nwa resaltan realmente los sabores únicos de la región. Y no olvidemos el pikliz – ¡su picante es perfecto para agregar ese toque extra!

Cada 1 de enero, hago el propósito de saborear la Sopa Joumou. No es solo un deleite para el paladar; es una tradición apreciada que me conecta con la increíble historia de Haití.

En cuanto a bebidas, no puedo tener suficiente del ron haitiano Barbancourt – especialmente en un cóctel sour de ron. Y para refrescarse, una cerveza Prestige fría es simplemente inmejorable con cualquier comida haitiana.

De vuelta en la República Dominicana, siempre ansío arroz y habichuelas justo después de mis viajes. No hay nada como el sabor reconfortante del asopao, sancocho de habichuelas y plátanos maduros – eso es lo que significa para mí la cocina dominicana.

En cuanto a bebidas, las cervezas artesanales y locales son mis opciones preferidas, con las cervezas Cibao y Caribe encabezando mi lista. La cerveza Cimarrona única, infusionada con cacao de Altamira, ofrece una experiencia de sabor distintiva. Los platos que debes probar incluyen nuestro plato nacional La Bandera y las sabrosas empanadas dominicanas.

Además, el único morirsoñando, literalmente una bebida para morirse, mezcla leche con sabores cítricos. ¡Tan refrescante!